Cómo rechazar una oferta de trabajo sin cerrar la puerta a futuras oportunidades

rechazar oferta

En la vida personal como en el trabajo, tanto valor tiene saber decir “sí” como saber decir “no” a tiempo. El problema es que esta asertividad, a menudo, entra en conflicto con el temor a posibles represalias, y cuando nos podemos jugar nuestro futuro profesional, es muy común no saber sacar el valor suficiente para declinar una oferta de empleo que no cumple con nuestras expectativas.

Por ello, vamos a darte algunos consejos sobre cómo rechazar una oferta de trabajo sin que este rechazo conlleve necesariamente que la empresa te cierre la puerta a futuras oportunidades laborales.

Cómo rechazar amablemente una oferta de trabajo paso a paso.

1. Ten claros tus motivos

Hemos de suponer que, antes de tomar la decisión definitiva, ya habrás hecho un ejercicio interno para encontrar los motivos que te lleven a declinar una oferta de empleo que no se ajuste a lo que realmente quieras.

Sin embargo, en este momento será crucial que filtres las razones que te hayan conducido hasta esta decisión, ya que no todas serán susceptibles de ser bien acogidas por la empresa. De hecho, será muy conveniente que omitas razones negativas, aunque sean ciertas (me han hablado mal de la empresael salario es muy pobrelas condiciones son muy precarias…).

2. Pide una cita presencial

La mejor forma de comunicar algo tan potencialmente delicado es siempre en persona. (siempre que sea posible). Puede que la incompatibilidad de horarios o la lejanía geográfica dificulten esta labor, que podría abordarse también con una llamada telefónica o una conferencia remota, pero siempre como alternativas a la intención original de comunicar tu decisión personalmente.

De todos modos, aunque pueda ser tentador escribir un email y olvidarte del tema después, la empresa agradecerá mucho que te tomes la molestia por concertar una cita presencial.

3. No te andes con rodeos…

Cuando vayas a decirle a la empresa que vas a rechazar la oferta de trabajo, tus interlocutores también te agradecerán que seas claro y conciso en tu exposición. De esta forma estarás demostrando que valoras su tiempo, ya que no se lo estarás haciendo perder con circunloquios y divagaciones innecesarias.

Te recomendamos que seas muy sincero y digas claramente los motivos que te llevan a rechazar la oferta (previamente filtrados, por supuesto), y trates de condensar tu discurso para que sea lo más breve posible.

4. … pero conserva la buena educación

Dado que estarás dando una noticia potencialmente “mala” para la empresa, también deberás hacer gala de bastante cortesía, mano izquierda y tacto a la hora de explicar tus razones.

La buena educación siempre se agradece: ayuda a que los interlocutores digieran mejor las noticias que reciben y a que se centren en el contenido del discurso.

5. Agradece la confianza depositada

El hecho de que una empresa se haya interesado por ti y te haya seleccionado para un puesto de trabajo denota un nivel inicial de confianza (un primer paso al que tú ahora vas a responder con una negativa).

Si bien es cierto que los departamentos de selección y de RR. HH. de las empresas están acostumbrados a que otros candidatos declinen sus ofertas, no debes pasar por alto el agradecimiento: deja claro a la empresa que valoras que hayan tomado en consideración tu candidatura hasta el punto de querer incorporarte a la organización.

6. Deja tú la puerta abierta

La mejor forma de no cerrarse puertas es concluir tu discurso declarando tu firme intención de querer seguir siendo un candidato que cubra futuras vacantes. Si das el primer paso en abrir la puerta, es lógico que la empresa haga lo propio y conserve de buen grado tu CV para futuros procesos de selección.

Es posible que desees incorporarte a la organización, pero quizá ahora ni el momento ni el rol profesional sean los más propicios, y esto lo debes constatar cuando concluyas tu exposición. Una vez más, la sinceridad y el tacto serán tus mejores aliados.

¿De qué forma se puede rechazar la oferta de trabajo?

Cómo rechazar una oferta de trabajo por email

Si no queda más remedio, puede que tengas que ceñir tu discurso a una carta de rechazo de una oferta de trabajo y hacerla llegar a la empresa por correo electrónico, no sin antes haber anticipado tu decisión con una llamada telefónico o un intento de contacto presencial.

En realidad, no es muy recomendable depender solo de una nota por escrito, ya que este tipo de comunicados son bastante fríos e impersonales, y será muy difícil que recojan toda la esencia de lo que desees decir.

Por lo tanto, los emails de rechazo de ofertas de empleo deberían ser un complemento a una comunicación verbal establecida normalmente antes del envío de la carta.

Ejemplo de cómo rechazar una oferta de trabajo por email

Estimado xxx: (nombre y apellidos de la persona de contacto que tengas en la empresa)

Le hago llegar este email en respuesta a la oferta de trabajo que he recibido de su parte para el puesto xxxx (descripción del puesto) y cuya entrevista personal tuvo lugar el día xxxx (fecha de la entrevista, si ya se hubiera producido).

Tras analizar en detalle las características de la oferta, y a pesar de mis deseos de incorporarme a su organización, siento comunicarles que debo rechazar su propuesta. Los motivos que me conducen hasta esta difícil decisión son de índole profesional: prefiero tomar otro camino que se ajuste más a las características de mi perfil.

Les estoy profundamente agradecido por haber tomado en consideración mi candidatura y contar conmigo para cubrir la vacante y, por ello, les solicito que guarden mi CV para tenerlo en consideración en futuros procesos de selección donde sí puedan darse las sinergias necesarias.

Muchas gracias por su tiempo y atención,

Xxxxx (tu nombre y apellidos)

Cómo rechazar una oferta de trabajo por teléfono

La llamada telefónica es una solución a medio camino entre la carta y la visita presencial. La comunicación verbal es imprescindible para dar a entender aspectos más humanos como la gratitud, la voluntad de colaboración o, incluso, el pesar por tener que rechazar el interés de la empresa.

Siempre y cuando hayas solicitado la entrevista personal para explicar tus motivos, y si esta fuera imposible de celebrarse, puedes aplicar todo lo que te hemos explicado en los apartados anteriores para construir un discurso coherente, sincero, directo y lleno de gratitud.

Cómo declinar una oferta ya aceptada

Quizá esta sea la parte más delicada porque supone romper un acuerdo con tu empleador. Debes tener claro que hasta que no hayas firmado un contrato laboral, todo lo que habléis la empresa y tú será “papel mojado”, y tanto tú como ellos podéis rescindirlo sin mayores repercusiones.

Aunque no existan consecuencias jurídicas negativas para nadie, es cierto que la empresa podría percibir tu negativa como una traición, sobre todo si llega en esta parte del proceso. Por ello, aquí te recomendamos que no escatimes en medios para notificar a la organización que vas a rechazar la oferta que habías aceptado.

Además, aquí tus argumentos tendrán que ser, si cabe, más sólidos y convincentes que los necesarios para declinar una oferta a priori, casi de fuerza mayor. Por ejemplo, si estás trabajando, será muy positivo que digas que prefieres mantener tu compromiso con tu empresa actual, que valoras la estabilidad que ya tienes, que te sientes realizado y realmente estimas que no necesitas cambiar.

Lo que te aconsejamos es que, elijas la vía que elijas para rechazar una oferta de empleo, nunca ciñas tu argumentario al dinero: quedará muy mal que, aunque sea cierto, digas a la empresa que tu empleador actual te ha hecho una contraoferta económica. Vale que nadie trabaja por amor al arte, pero ¡te aseguramos que queda fatal que ese sea tu único argumento!