La creación y redacción del currículum vitae puede traer, en ocasiones, algún quebradero de cabeza. La razón es que tan difícil puede resultar formarnos y tener las experiencias suficientes para completar el currículum, como ordenarlo y estructurarlo de la manera correcta.
Si alguna vez os ha pasado que no sabéis bien dónde contar alguna formación específica que no es oficial, o las experiencias laborales que no tienen relación con el trabajo que estamos buscando, conviene que leáis este artículo para tener claro cómo se debe hacer un currículum vitae, y sobre todo dónde y cómo se sitúa un apartado muy específico que es el de la formación complementaria.
¡Continúa leyendo!
¿Qué es la formación complementaria en el currículum?
La formación complementaria es toda aquella educación que hemos recibido, pero que no corresponde a los títulos oficiales y más extendidos. Estos títulos oficiales son, por ejemplo, los que nos dan en el colegio o instituto, es decir, la educación primaria y secundaria, y en la universidad, con una carrera, un máster o un doctorado.
Aunque muchas empresas se fijan específicamente en esta formación oficial, nunca hay que dejar de lado la formación complementaria, donde se incluyen todos esos cursos, seminarios o jornadas en los que hemos podido obtener muchísimos conocimientos que nos van a ser útiles a la hora de trabajar. Estos deben de aparecer en tu currículum, pero no de cualquier manera ni todos ellos, sobre todo en el caso de que tengas muchos.
¿Cómo debemos estructurar la formación complementaria en el currículum, entonces? ¡Vamos a verlo!
Estudios que debo incluir en mi currículum
Según el criterio de los expertos en recursos humanos, la formación complementaria es muy importante a la hora de analizar un currículum, pero no debe de ocupar más espacio del estrictamente necesario. Esto quiere decir que, por un lado, lo primero que debe de aparecer en el apartado de nuestra formación son los estudios oficiales: carrera, máster y etcétera.
Por el otro lado, después de los estudios oficiales debe ir la formación complementaria, pero solamente la que esté relacionada con el puesto de trabajo al que estamos aspirando. Si, por ejemplo, vas a ir una entrevista relacionada con un puesto de trabajo de administración, no es necesario que les hables específicamente de cursos que no tienen nada que ver, como por ejemplo de cine o de cocina. Sí tendrá mucho sentido que incluyas cursos o seminarios que tengan que ver con excell, con marketing digital o con idiomas.
Los cursos opcionales
La formación académica, la educación y el aprendizaje de nuevas materias es fundamental para crecer y poder evolucionar laboralmente. Por eso nunca hay que rechazar la posibilidad de completar nuestra educación con cursos opcionales que nos van a dar conocimientos más específicos sobre temáticas generales.
Puede suceder que a todo lo que hemos aprendido a lo largo de una carrera, la de marketing, por ejemplo, debamos añadirle cursos específicos para profesionalizarnos más en un sector concreto. Esto le llamará mucho la atención a la persona que esté leyendo el currículum en este momento, porque verá que tenemos un plus en esa materia.
Ejemplos de cursos opcionales
Poniendo como ejemplo el mismo del que te hablábamos, el de estudiar marketing… ¿Qué ejemplos de cursos opcionales podríamos tener para completar nuestro currículum? Pues los siguientes:
- Un curso complementario de photoshop, que nos va a dar una herramienta muy útil si nos vamos a especializar en marketing digital.
- Algún curso de cosas más específicas dentro del marketing digital, como puede ser el SEO o el copywriting.
- Cursos de idiomas que nos sirvan como muleta para poder desarrollar actividades relacionadas con el marketing.
Consejos para incluir la formación complementaria
Ahora que ya sabes la importancia que merece el apartado específico de formación complementaria de tu currículum, te vamos a decir una serie de consejos para tener en cuenta a la hora de redactar este apartado y no cometer errores:
- Hay que dar todos los datos posibles sobre estos cursos: el número de horas, el lugar en el que se impartieron y las instituciones que lo dieron.
- Cuando tengamos un conocimiento más extenso sobre un tema, por ejemplo si en vez de un curso de idioma se ha convertido en un estudio especializado del que sabemos bastante, no debemos incluirlo en la formación complementaria sino en la oficial.
- Es importante no incluir los cursos que no hayamos podido terminar o de los que no tengamos certificado. En ocasiones puede pasar que la persona que nos vaya a contratar nos pida datos más concretos sobre un curso, y puede causar muy mala impresión no tener el certificado o confesar que no lo has terminado.
- Puede ser muy buena idea añadir un curso que se esté haciendo en el mismo momento de entregar el currículum, aunque aún no se haya terminado. A los seleccionadores les gusta saber que nuestro interés sigue vigente y nos estamos formando continuamente. Eso sí, hay que especificar que no se ha terminado el curso todavía.
- No hay que añadir los cursos que no tengan relación con el trabajo para el que estamos optando, pero sí intentar encontrar las máximas relaciones posibles para así poner el mayor número de cursos que se pueda.
En resumen…
En definitiva hay que tener claro cuáles son los apartados del currículum y como redactarnos y completarlos de la mejor manera posible. En el caso de que no tengamos muy claro como redactar o incluir algún curso, es mejor informarnos previamente en vez de hacerlo de cualquier forma.
Todo es importante a la hora de que una empresa lea nuestro currículum. Este es nuestra carta de presentación, la primera imagen que tendrán de nosotros, y por ello no hay que subestimar ningún apartado, ni si quiera el de la formación complementaria, que puede convertirse en el punto que nos acabe distinguiendo de otros candidatos y nos otorgue el puesto de trabajo.
Para cualquier otra duda o aportación sobre cómo hacer un currículum y qué elementos forman parte de él, visita plantillas curriculum siempre que quieras.